LOS TRASTORNOS DE CONDUCTA ALIMENTARIA EN LOS VARONES
“Ellos también sueñan con ser Príncipes.”
“Ellos también sueñan con ser Príncipes.”
En este primer post, voy a
hablar de los TCA en los varones, ya que en general, siempre se alude a esta
enfermedad como si únicamente la padecieran mujeres.
En los últimos años, la
preocupación por la imagen y el peso en los varones es más frecuente, debido a
la imagen que se espera de estos por los medios de comunicación, que promueven el prototipo de varones cuidados,
musculosos, delgados y esto, puede desembocar
en trastornos de la conducta alimentaria, sobre todo en el caso de los
adolescentes, al ser más susceptibles e influenciables a las opiniones de sus
iguales y de la sociedad.
También se aprecia una mayor
tasa de TCA en los varones homosexuales, relacionado esto con una mayor
preocupación por la imagen física, ya que estos, se sienten más afeminados por
características psicológicas que en el
caso de los heterosexuales.
Según estudios realizados por Fichter y Krenn, “concluyen
que el porcentaje de varones con TCA es de 8% para anorexia nerviosa (AN),
alrededor del 15% para bulimia nerviosa (BN) y posiblemente
alrededor del 20% para trastorno por atracones”. Sobre todo, a diferencia que
en el caso de las mujeres, los índices más altos de padecer este trastorno en
los varones son en la pre-pubertad, disminuyendo a medida que aumentan de edad.
Destacable también, que tienen más riesgo de sufrir
estos trastornos aquellos que practican actividades como gimnastas,
patinadores, bailarines etc.
En cuanto a los factores y síntomas que presentan de
estos trastornos son los mismos que en el caso de las mujeres.
Mientras las mujeres buscan la delgadez, los varones parecen
buscar un cuerpo musculoso, sin grasa, como si la diferencia en la presentación
de los TCA entre varones y mujeres estuviera más relacionada con la experiencia
corporal que con la presencia de síntomas alimenticios en sí.
“El motor del rechazo a la obesidad es el actual
estereotipo de belleza: la delgadez como único modelo estético aceptable. Por
lo tanto las personas obesas son objeto de estigma social”. Sobre todo puede
llegar a ser un problema en edades tempranas y en la adolescencia ya que les
influye más la opinión de los demás.
En conclusión, justamente por ser una minoría que con
el tiempo va creciendo hace falta mayor conocimiento acerca de su inicio,
factores de riesgo, factores psicológicos, entre otros, para así poder prevenir
un aumento de casos futuros y estar preparados por si este aumento no se puede
controlar.
También es importante desde el ámbito socio-educativo,
no solo la prevención, sensibilización e intervención, si es preciso con
mujeres adolescentes, si no, también centrarse en los varones, ya que empiezan
a dar importancia a aspectos de su físico y de su imagen corporal y comienzan a
ir a gimnasios que pueden desencadenar
en algún tipo de trastorno.
Como la
“vigorexia : es un trastorno en el cual , tienen el deseo de ganar
masa magra, no grasa, y una alteración de la imagen corporal, por la cual se
ven pequeños y débiles, cuando realmente son grandes y musculosos. Los varones
afectados tienen pensamientos obsesivos sobre su cuerpo y realizan una práctica
de ejercicio físico compulsiva para agrandarlo”.
“Sánchez, R. M., & Moreno, A. M. (2007). Ortorexia
y vigorexia: ¿nuevos trastornos de la conducta alimentaria? Trastornos de la
conducta alimentaria, (5), 457-482.” http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2379929
Aquellos con vigorexia, sufren el problema opuesto de
alguien con necesidad de tratamiento de la anorexia, trastorno recientemente de
moda entre los varones.
Por último, también romper con los mitos de los medios
de comunicación donde venden una imagen corporal tanto para mujeres, como, para
hombres mitificados e irreales.
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