miércoles, 27 de mayo de 2015

POST INDIVIDUAL 3. POR CARLA VILLALOBOS DOMINGUEZ

LA CARA MAS REAL DE LOS TRASTORNOS DE CONDUCTA ALIMENTARIA
En este tercer y último post, voy a tratar de poner cara a la enfermedad con la historia de Rachel Farrokh e Isabelle Caro. Y como esta enfermedad cultural, en algunas ocasiones, en su realidad más cruel, se pasa de la línea y se convierte en la imagen del anti-morbo o incluso en la muerte.



“Rachel pide ayuda a través de un video en Gofundme y youtube con el objetivo de recaudar fondos para un tratamiento en una clínica especializada para este tipo de trastornos, ya que en los hospitales locales se niegan a tratarla por su delicado estado”.
Mide 1,70 cm y pesa 20 kg, es impactante ver cómo te puede llegar a consumir una enfermedad, que puedes evitar padecer, no como en el caso contrario del cáncer, y que a su vez, puede llegar a ser una enfermedad de las dolorosas, física y psicológicamente, que te acompañan durante toda la vida, si no se trata, o si el que la sufre no decide luchar contra esto, la mente del ser humano en muchas ocasiones, puede llegar a ser un verdadero problema.
La historia de Isabelle Caro, la cual se cuenta  de forma resumida su historia en los siguientes enlaces:
Modelo que saltó a la fama, a través de la imagen de una marca de moda, y no exactamente por su belleza, o sus curvas. Si no, por todo lo contrario, el cartel publicitario fue prohibido en países como Italia, por la extrema delgadez  de la mujer, hasta qué punto está bien visto ética y moralmente en esta sociedad en la que vivimos, que publiciten imágenes de mujeres anoréxicas por las calles. ¿Se puede concienciar a la sociedad de esta manera sobre los TCA? o por lo contrario, ¿es una forma de incitar a las personas a que deben llegar a la extrema delgadez para ser imagen de una marca de moda o para salir en un medio de comunicación?
Isabelle Caro, se ha convertido durante su vida, en una luchadora de este trastorno. Por desgracia, este, no es ningún juego de niñas, ni de princesas, es la cruda realidad de la enfermedad que puede incluso llegar hasta la muerte como en el caso de Isabelle, y de otras muchas personas. La imagen publicitaria, que protagonizo Isabelle Caro, también fue un modo de llamar la atención a las conciencias de toda la sociedad  y de decir de algún modo sobre todo a todas aquellas personas que sufren esta enfermedad, de que no llegaran a este punto, de que lucharan y siguieran adelante, a quererse tal y como son, de que no se necesita llegar a la extrema delgadez, ni siquiera ser delgada, para ser bella/o.



En conclusión, Esta enfermedad como son los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA), en su lado más extremo de la enfermedad, no me parece ningún juego, ni un problema que deba de pasar por desapercibido en esta sociedad.Me parece serio, que adolescentes, tanto mujeres como varones, puedan comenzar como un juego, como ya hemos visto en los anteriores post, en el que juegan a ser o a imitar a prototipos de hombres y mujeres ideales, a modelos publicitarios o de pasarela, que son la imagen de ideal perfecto que fomentan los medios de comunicación. Y que estas personas, no se hacen conscientes de que realmente están jugando con su vida y con su propia salud.
Lo más importante de esto, es enseñar, educar, concienciar  a las personas desde edades tempranas a quererse a sí mismos, a aceptarse tal cual se es, a no tener prejuicios hacia los demás, a no juzgar, por ser más delgado o más gordo. Porque lo importante de una persona, siempre ha sido lo de dentro, pero la sociedad de hoy día, se empeña a través de los medios de comunicación, de vendernos una imagen que no es real. Ya que nadie puede llegar a ser perfecto, y si lo intentas como en el caso de estas dos mujeres y de muchas otras personas. Lo que puedes conseguir es la muerte, o una vida de sufrimiento en un cuerpo que lejos de ser bonito, da pena.



POST INDIVIDUAL 2. POR CARLA VILLALOBOS DOMINGUEZ

EL IDEAL DE BELLEZA EN LA SOCIEDAD ACTUAL
En este segundo post, voy a hablar sobre el prototipo de mujer ideal en el mundo occidental, y como en la actualidad, se ha convertido la delgadez en la mitificación de una belleza rozando lo enfermizo.

A principios de los tiempos, el prototipo de mujer ideal, no era otro, que la mujer robusta, esbelta. Tras la llegada de las modelos de pasarela, este prototipo empezó a decaer, apareciendo en ese momento, la llegada de la mujer huesuda y esquelética de las pasarelas, lo que se ha extendido hasta convertirse en el prototipo de mujer ideal (90-60-90) si acaso.
Porque son muchas las que no cumplen ni esas medidas mínimas, para subir a una pasarela, para un anuncio, y sobre todo en el día a día, porque el problema viene cuando  las y los adolescentes y hoy en día muchas personas que han pasado la adolescencia, quieren conseguir el cuerpo de la mujer ideal del siglo XXI, que no es otro, que el prototipo de modelo anoréxica fomentado desde los medios de comunicación.
Los trastornos de la conducta alimentaria, es la llamada enfermedad cultural, dichos trastornos, son parecidos a la religión, ya que nunca pasa de moda y se extiende por el mundo occidental, peor que un virus. Por desgracia, es un trastorno que no deja de propagarse y crecer en el mundo occidental, debido a la imagen que se tiene hoy en día de la mujer y el hombre ideales, y cuyos prototipos, lejos de desaparecer, se mitifican mas a través de los medios de comunicación, para llegar a la población.
Desde el ámbito social, son muchas las asociaciones, gobiernos y mecanismos gubernamentales, los que día a día, se movilizan para que estos trastornos desaparezcan o que al menos, disminuyan sus porcentajes y se conciencien las personas más propensas a ser víctimas de estos trastornos, de los medios que existen hoy en día para poder salir de esta enfermedad. Desde los gobiernos, ha habido campañas y cierre de muchas páginas de internet llamadas “pro-ana” y “pro-mía”. Paginas que lejos de ayudar, en este caso,  a adolescentes que frecuentan estas páginas, lo que hacen, es fomentar a que continúen con estos trastornos, y lleguen a convertirse en el prototipo de mujer u hombre ideal, a través de tips y dietas que entre ellas se mandan y aconsejan. Por  lo que estas páginas en vez de promover una ayuda  moral y social entre las que padecen la enfermedad, promueven técnicas de cómo acabar con su cuerpo y con sus propias vidas poco a poco.

“Distintos estudios indican que el ideal de belleza occidental, el cual se ha identificado como un factor de riesgo de sufrir un trastorno del comportamiento alimentario, se estaría globalizando. Esto significaría que en culturas donde tradicionalmente se valoraba como bello un cuerpo con más formas y con características propias de la etnia a la cual representa, se estaría substituyendo por el ideal de belleza de delgadez. Este ideal de belleza occidental se aleja mucho del ideal de países orientales y para parecerse a él, las personas tendrían que modificar mucho su cuerpo” http://www.isep.es/wp-content/uploads/2014/03/Trastornos-De-Alimentacion-En-Varones.pdf

En conclusión, El fomento de este tipo de trastornos en la sociedad actual, tiene mucho que ver con los  medios de comunicación, que fomentan una imagen y prototipo de hombres y mujeres perfectos. Por lo que, este tipo de personas en riesgo de padecer este tipo de trastorno, son mucho más fáciles de convencer al consumo de productos, que desde la publicidad se fomenta para convertirse en la imagen de modelo ideal.
Es el caso de la ropa, tallas imposibles para un cuerpo de un índice de masa corporal dentro de lo normal en la sociedad occidental, lo que promueve que aquellas personas que padecen algún tipo de TCA , se obsesione por entrar en en tallas como la XXS, una nueva talla inventada por algunas marcas de moda, para las compradoras orientales.
Por lo que a pesar de los mecanismos sociales, sanitarios e incluso familiares que trabajan duro para ayudar a las personas que sufren esta enfermedad, medios de comunicación, grandes marcas de moda, y paginas que promueven este tipo de trastornos. Siempre serán el mayor impedimento para poder erradicar esta enfermedad cultural, o como anteriormente he nombrado “Religión occidental “. Por desgracia, toda ayuda es poca para las personas que padecen dicha enfermedad, pero la pena es que va a seguir existiendo mientras que esas grandes empresas y medios de comunicación, sigan fomentando el prototipo de hombres y mujeres ideales.


POST INDIVIDUAL 1. POR CARLA VILLALOBOS DOMINGUEZ

  LOS TRASTORNOS DE CONDUCTA ALIMENTARIA EN LOS VARONES
“Ellos también sueñan con ser Príncipes.”
En este primer post, voy a hablar de los TCA en los varones, ya que en general, siempre se alude a esta enfermedad como si únicamente la padecieran mujeres.
En los últimos años, la preocupación por la imagen y el peso en los varones es más frecuente, debido a la imagen que se espera de estos por los medios de comunicación,  que promueven el prototipo de varones cuidados, musculosos, delgados  y esto, puede desembocar en trastornos de la conducta alimentaria, sobre todo en el caso de los adolescentes, al ser más susceptibles e influenciables a las opiniones de sus iguales y de la sociedad.
También se aprecia una mayor tasa de TCA en los varones homosexuales, relacionado esto con una mayor preocupación por la imagen física, ya que estos, se sienten más afeminados por características psicológicas  que en el caso de los heterosexuales.
Según estudios realizados por Fichter y Krenn, “concluyen que el porcentaje de varones con TCA es de 8% para anorexia nerviosa (AN), alrededor del 15% para bulimia nerviosa (BN) y posiblemente alrededor del 20% para trastorno por atracones”. Sobre todo, a diferencia que en el caso de las mujeres, los índices más altos de padecer este trastorno en los varones son en la pre-pubertad, disminuyendo a medida que aumentan de edad.
Destacable también, que tienen más riesgo de sufrir estos trastornos aquellos que practican actividades como gimnastas, patinadores, bailarines etc.
En cuanto a los factores y síntomas que presentan de estos trastornos son los mismos que en el caso de las mujeres.
Mientras las mujeres buscan la delgadez, los varones parecen buscar un cuerpo musculoso, sin grasa, como si la diferencia en la presentación de los TCA entre varones y mujeres estuviera más relacionada con la experiencia corporal que con la presencia de síntomas alimenticios en sí.
“El motor del rechazo a la obesidad es el actual estereotipo de belleza: la delgadez como único modelo estético aceptable. Por lo tanto las personas obesas son objeto de estigma social”. Sobre todo puede llegar a ser un problema en edades tempranas y en la adolescencia ya que les influye más la opinión de los demás.
En conclusión, justamente por ser una minoría que con el tiempo va creciendo hace falta mayor conocimiento acerca de su inicio, factores de riesgo, factores psicológicos, entre otros, para así poder prevenir un aumento de casos futuros y estar preparados por si este aumento no se puede controlar.
También es importante desde el ámbito socio-educativo, no solo la prevención, sensibilización e intervención, si es preciso con mujeres adolescentes, si no, también centrarse en los varones, ya que empiezan a dar importancia a aspectos de su físico y de su imagen corporal y comienzan a ir a gimnasios que  pueden desencadenar en algún tipo de trastorno.
Como  la “vigorexia : es un trastorno en el cual , tienen el deseo de ganar masa magra, no grasa, y una alteración de la imagen corporal, por la cual se ven pequeños y débiles, cuando realmente son grandes y musculosos. Los varones afectados tienen pensamientos obsesivos sobre su cuerpo y realizan una práctica de ejercicio físico compulsiva para agrandarlo”.
“Sánchez, R. M., & Moreno, A. M. (2007). Ortorexia y vigorexia: ¿nuevos trastornos de la conducta alimentaria? Trastornos de la conducta alimentaria, (5), 457-482.” http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=2379929
Aquellos con vigorexia, sufren el problema opuesto de alguien con necesidad de tratamiento de la anorexia, trastorno recientemente de moda entre los varones.
Por último, también romper con los mitos de los medios de comunicación donde venden una imagen corporal tanto para mujeres, como, para hombres mitificados e irreales.